Back to the future: El futuro no es tan patéticamente predecible

Por Tania Villanueva

 Hace 30 años, Marty McFly llegó a lo que consideró el futuro. Como un viajero en el tiempo, fue un 21 de octubre de 1985 cuando Doc y Marty volvieron a usar el Delorean modificado para rescatar a los hijos de Marty, que al parecer no la estaban pasando muy bien en el 2015.

Así, que en la segunda parte de Back to the future, los personajes viajan a un 2015 que dista un poco (o un mucho, como se le quiera ver) de lo que vivimos el día de hoy. ¿Por qué? Porque el futuro no es tan patéticamente predecible como parece. Recordemos que los 80 fueron años en que, si bien con efectos limitados, los cineastas hicieron posible casi todo lo que su imaginación les dio para hacer.

En medio de esto, Back to the future se lanzó como una de las películas de ciencia ficción que más éxito tuvo y por ello, en su segunda entrega hicieron apariciones especiales gadgets que hasta ese momento no se conocían. Cosas como las videollamadas, las ventanas simultáneas en la misma pantalla, los lentes de realidad virtual, los drones, las computadoras MAC y las cámaras de bolsillo se alzaron como los máximos inventos que se conocerían en el 2015. Y la predicción no fue fallida, hoy vemos como objetos cotidianos (no tanto con los visores de realidad virtual) muchos de esos juguetes.

Back_to_the_future

¿Es acaso que la película tenía un tono profético hacia la tecnología que regiría el mundo? No. Muchos de los objetos antes mencionados ya existían como prototipos. La primera MAC, la Macintosh 128K, había sido presentada en 1984 en un espectacular lanzamiento que incluyó un anuncio famoso hecho por Ridley Scott y aunque se conocía muy poco de ella, lo real era que la dupla de Steves (Jobs y Wozniak) ya había empezado el trayecto hacia un camino tecnológico que no ha parado desde entonces.

Por otro lado, los drones resultaban novedosos en su aparición como ayudantes de la policía, sin embargo, se tienen registros de de este tipo de objetos en exploraciones polacas durante la Segunda Guerra Mundial. Actualmente, se usan con fines bélicos y de reconocimiento facial en zonas como Yemén y Pakistán, donde son usados como armas de destrucción.

Los lentes de realidad virtual, son quizá los gadgets menos activos de esta categoría pues su desarrollo ha llevado más tiempo, sin embargo, se remontan a los clásicos lentes que tenían un celofán rojo y azul y que ayudaban a ver películas en tercera dimensión (como la famosa The Creature of the black lagoon de 1954).

2015

La multiventanas simultáneas y las videollamadas ya se habían presentado como experimentos en operaciones militares en Estados Unidos a principios de los 60 y aunque no eran muy populares eran algo que ya se contemplaba desarrollar para comunicaciones de índole político.

Y es que el asunto era más complicado de lo que se piensa. Por un lado se utilizaron cosas que ya existían y que por su proyección y por su importancia, se sabía que en el futuro podrían ser completamente viables. Sin embargo, hay otros que se trataron de adivinar pero que a final de cuentas seguimos esperando.

La ropa que se ajusta sola, por ejemplo todavía no aparece, hay prototipos de ropa inteligente pero ninguna que reduzca su tamaño para ajustarse perfectamente al cuerpo. Tampoco hay alguna que se seque sola, aunque hay fibras (sobre todo provenientes de plásticos) que convierten a la ropa en accesorios impermeables, pero ninguna que tenga un sistema de aire para secarse en automático.

Desde Blade Runner vimos coches voladores. Según Marty McFly en 2015 veríamos autos que vuelan. Lo cierto es que eso no ha ocurrido en lo concreto. Hasta el momento sólo se tienen prototipos de coches que se conducen solos y un solo intento de coche que vuela, el Terrafugia TF-X cuyo lanzamiento se espera para 2021 y que podrá realizar vuelos (o recorridos) en posición vertical y horizontal suspendido del suelo.

Pero no todo son intentos de laboratorio. La tan famosa hoverboard que utiliza Marty para escapar que es una tabla, similar a una patineta pero que se puede suspender en el aire, es una de las cosas que con más fe se ha tratado de crear. Existen intentos como el más reciente, hace unos meses, de Tesla con su Lexus Hoverboard para la que se necesitó construir un parque especial lleno de imanes que hacen que la tabla flote, convirtiéndola en la primera en su tipo. Sin embargo, falta mucho para ver a alguien usar una en la calle.

Y finalmente, la más grande espera de algo de la película (y no sólo de la película, hasta Verne lo esperaba) es el condensador de flujo esa máquina del tiempo que nos permitiría ir de un lado a otro en cualquier época. Y es que por más esfuerzos que se han hecho en el CERN para dar con ese punto de ruptura en la relación espacio-tiempo, poco se ha podido hacer para encontrar algo parecido, es más todavía no hemos podido conocer el Bosón de Higgs, que podría darnos una clave para ello.

Y es que no hay que dejar de lado que por más que sea raro, estamos ante un asunto de ciencia ficción, ese género incomprendido que por un lado lanza sus proyecciones del futuro en una suerte de adivinación y por otro “visualiza” las cosas por venir.

Aunque quién sabe, quizá estemos en una realidad alterna, uno de esos tiempos a los que viajaron Marty y el Doc, uno de esos que tuvieron que abandonar porque hubo algo que salió mal y sea por eso que sus predicciones no fueron tan certeras.

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