Por Susana Santoyo
Fotografía: Miguel Ángel Morales
Estamos en el Museo de Arte Carrillo Gil con Mauricio Orduña. Salimos del Gabinete de Audio y Video en donde se encuentra la pieza sleep/invisible. Entablamos una conversación con el artista en uno de los pasillos del museo.
La invitación para mostrar su trabajo en el museo se la extendió Guillermo Santamarina sin rodeos y con bastante anticipación. De tal manera, con el material que Mauricio había filmado en Iguazú durante 2014, inició la edición para este proyecto audiovisual, incluyendo también algunas tomas de su natal Xochimilco. Sobre su proceso de producción nos dice que siempre inicia con el sonido, aunque el material visual esté ahí, primero hace una maqueta del audio, luego monta la imagen para finalmente refinar la pieza en conjunto. El sonido viene primero. No sorprende saber que una de sus actividades profesionales es la de productor radiofónico. La producción artística de Mauricio se ubica más del lado del arte sonoro, aunque sabe que al interior de su obra otros medios aparecen cuando se hacen necesarios, eso lo desarrolló mientras estudiaba en la ENPEG «La Esmeralda».
sleep/invisible es un proyecto que apunta hacia diversos asuntos, evidentemente se trata del agua y el sueño, pero también sobre el recorrido, ser turista, llenar el espacio con sonido, del paisaje y de la materialidad de la imagen. La disminución en la saturación cromática, la dimensión «modesta» de la proyección, el material de la pantalla, la separación sutil entre ésta y el muro, la viñeta tenue y circular, todo eso se relaciona con la intención de alejarse de una sensación espectacular del viaje y el paisaje turístico.
Cómo hacer invisible nuestras expectativas de aquello lejano y atractivo, de la venta de la experiencia que nos ofrecen las oficinas de turismo. Cómo volver a tomar distancia y tener una experiencia individual, contrarrestando la experiencia de masa que nunca se hace evidente en las oficinas de turismo, en los espectaculares de aventura. Sobre esto hablamos, sobre volver a interrogar el viaje y retomar algo que los viajeros decimonónicos añoraban. Sobre cómo involucrar al azar y cuestionar los propios hábitos, cómo hacerse ajeno para provocar la experiencia.
También planteamos preguntas sobre el medio ¿qué tiene el video en particular? ¿por qué tenemos que ir al museo a ver video? La respuesta está en su propia práctica creativa: lo que tengo más cercano es el sonido, pues tiene implicaciones en términos de emoción –nos dice Orduña– y la imagen en movimiento puede fisurar el tiempo serial. Mientras afirmo que en el video la permanencia sí es voluntaria, Mauricio dice que también es bueno poder salirse de la sala, e incluso el video, por eso, puede ser más exigente que el cine para el espectador.
El video y su relación con la emoción y la memoria hacen pensar a Mauricio también en las canciones que te «tocan», las letras memorables, el nivel sensible que comunica a la obra con la experiencia. La primera experiencia de viajar sin moverse la tuvo con la música, dice Mauricio mientras coincide con Miguel Ángel sobre las imágenes y los vínculos sensibles que puede construir.
Destaca en sleep/invisible, y el trabajo de Mauricio en general, la concepción que tiene él sobre el sonido, pues lo piensa escultóricamente: hay texturas, planos, profundidad, espacio y tiempo. Las decisiones que toma a partir de la materialidad de los elementos, también son en torno a la materialidad del sonido y cómo lo moldea, lo transforma.
La imagen en esta pieza se debate entre el terruño, la localidad ajena y la luz; el sonido está ahí, llenando, es el lugar y la atmósfera, nos acomodamos en él mientras sucede. El loop en la pieza es suave, casi no se percibe, este video parece ser cíclico siempre. Perdemos el inicio y el fin del video. Mauricio dice que hay un momento de silencio, un cuadro de pura luz, pero está la viñeta y la textura de la pantalla, esto que sucede aquí no es evidente, eso busca él, que no pase nada, nos dice el artista.
sleep/invisible es algo que no pasa en tres lugares y tiempos diferentes, en Iguazú, Xochimilco y esta sala de museo. No vamos de un lugar a otro, no se trata del viaje sino de cómo se asumen estos lugares y las experiencias en ellos. Esta pieza no habla del trayecto, sino del estar en un lugar, sobre la decisión del estar: viajero, turista, estudiante, migrante, artista en residencia, visitante, etcétera.
Mauricio nos da un ejemplo de lo que busca como espectador y escucha: ir de Béla Tarr a la música minimalista, ir de lo inesperado a la búsqueda, así es su investigación y su proceso. Y así nos invita a convivir con la digestión de su experiencia, la de leer a Calvino para intentar volverse invisible, la de no hablar el lenguaje visual del lugar y hacerse invisible para inventarse otro viaje, otra distancia.
sleep/invisible se podrá ver hasta el 29 de enero del 2017 en el Museo de Arte Carrillo Gil, Av. Revolucion 1608, esquina Altavista, col. San Ángel. Martes a domingo de 10:00 a18:00 horas.
Para escuchar más sobre el trabajo de Orduña: https://soundcloud.com/mauricio-ordu-a-p-rez